martes, julio 25, 2006

¿Qué es Free Jazz?

La reciente visita del baterista Suizo Christian Bucher reactualizó una serie de inquietudes que me habitan desde hace años. Recuerdo cuando, viviendo en Londres, viajaba en mi ciclomotor a ver las tocadas del London Musician's Collective (LMC) donde tocaban los que se enrolaban en las diversas corrientes de la llamada Improvised Music. La primera vez que fuí, salí enojadísimo, pensando que había sido estafado. Por lo insólito de lo que escuché, volví a la semana siguiente, un poco para ver si se repetía el absurdo. Lo que ocurrió luego fue que volvía a ir cada vez que podía, con cada vez más entusiasmo que curiosidad. Música del momento, totalmente impredecible, pero recuperaba la importancia de la interacción y del suceso instantáneo, factores que tanto me habían atrapado cuando de pibe escuchaba el antiguo jazz de New Orleans. Podrían estar tocando un virtuoso junto a un individuo que producía ruidos con juguetes de plástico. En algún momento podría hallarse un capo como Evan Parker tocando con otro músico que parecía un aprendiz que apenas podía hacer sonar su instrumento.
A mi regreso a Mar del Plata intenté realizar algunas experiencias de música improvisada con un guitarrista de perfiles insólitos Claudio Cerillano, pero fueron tantas las burlas, sumadas a mi propia inseguridad que desistí de seguir experimentando. Pareciera que en este momento son varios en el pueblo que quisieran ingresar al territorio "Free". Las preguntas que se le dirigían a Christian durante su taller apuntaban a eso. La verdad es que creo que la única forma de aprender a tocar dentro de esa escuela, es animarse, juntarse y hacerlo. Cosa que hicieron algunos locales con el invitado el domingo 16/07 en Villa Victoria. Veremos ahora que pasa, con un poco de suerte se sumarán al intento otros experimentadores. Y quizás haya un debate sobre sus posibilidades.

lunes, julio 03, 2006

De vuelta al pueblo.

De regreso a Mar del Plata, volvemos a las actividades musicales en nuestra querida aldea. Un tropezón me provocó una herida cortante en la mano derecha, lo cual me dejó fuera de acción hasta hace poco. Américo Bellotto estaba visita, y me salvó cuando hubo que tocar con Dársena Jazz hace un par de semanas. Américo luce un yeso por un accidente idéntico, pero pudo seguir tocando porque se rompió fué algo de la mano izquierda, lo cual causa una imagen algo cómica cuando sostiene el instrumento. Un cambio de lujo sin duda, que cumplió con su amigo como buen deportista, sin hacer demasiados comentarios sobre nuestro nivel musical local.
Logré mejorar lo suficiente para arriesgarme a cumplir con una fecha de grabación organizado por Ricardo Pereyra con el mismo grupo con el que hicimos aquella fecha en Radio Nacional hace algo más de un mes (ver blog). La situación de grabación exacerba mis habituales nervios de escena, además de poner en relieve las fallas técnicas que parecieran ser disimuladas cuando se toca en vivo. Igualmente logré cumplir con las tomas de cuatro temas, encerrado en una casilla junto con el saxofonista Hernán Galeano. A Juan Antonio Rodriguez y a Ricardo no los podía ver, ya que estaban ocultos tras una pantalla que los escondía de Pablo Gonzalez y su batería.