viernes, julio 16, 2010

Quien es Tom Harrell?

Mejor dicho....¿quién es para mí Tom Harrell? Pues bien, luego de pensarlo mucho se me ocurre que es un otro inquietante. Porque sé que jamás podré tocar ni componer como lo hace, pese a que me encantaría poder ser él.
Como trompetista frasea con una nitidez que pareciera que cada solo estuviera ensayado previamente. Su sonido es estable y caluroso, independientemente de que tome su flugelhorn o el duro Bb. Prescinde totalmente de todo efectismo, y si acaso tuviera limitaciones para tocar en el registro agudo, su musicalidad nunca lo obliga a ir más allá del registro natural de su instrumento.
Como compositor posee la sofisticación armónica de un Wayne Shorter, pero su sus temas tienen siempre una claridad melódica que lo aleja de todo rebuscamiento. Aún cuando recurre a estructuras simples, imprime un giro inusual a las formas que hacen trabajar al solista si no quiere quedar fuera de juego. En resumen, posee un lenguaje claro e inteligente, y de rigurosa lógica.
Es muy difícil evitar una mención a su enfermedad mental. Los entrevistadores que buscan entrar por ese lado sólo logran que se ofusque y se cierre. Escuché sin embargo a una presentadora que supo hablar exclusivamente de su música, y fue notable el modo en que progresivamente se volvía más elocuente, y revelaba su interesante personalidad. En un momento se tocó un tema que imprevistamente despertó su angustia. Se alejó del micrófono, y debió tomar la posta su compañero el excelente saxofonista Wayne Escoffrey. Al rato pudo volver y seguir la conversación.
Es que se dice de él aquello con lo que me identifico. "Sólo es totalmente normal cuando toca" Por cierto es notable como se transforma el momento que lleva la trompeta a sus labios. Todo cambia, su postura, su expresión. Es como de pronto se sintiera en paz con el mundo.
Y me pregunto, ¿no es lo que nos sucede un poco a todos los que tenemos la suerte de poder tocar un instrumento?. Claro que nunca dejamos de sufrir por que quisiéramos tocar mejor, estar más a la altura de lo que se nos demanda. Pero hay varias cosas que salen de escena: las deudas, las ofensas, el trabajo, las peleas con la pareja, ¡hasta los dolores corporales!
En un arranque de osadía, se me ocurrió escribirle una nota, contándole de nuestro interés en su obra. Al poco tiempo recibí esta respuesta: "Thank you very much for your heartfelt message"
Heartfelt. O sea, sentido con el corazón. Así es Tom...gracias por tu tierna sensibilidad.






jueves, julio 08, 2010

Las Jam de Nico

Ya fueron al menos cuatro los jueves consecutivos en que han funcionado las Jam Sessions convocados por Nico Pasetti. Tienen lugar en un local de la calle Irigoyen, con el nombre poco auspicioso de Creeptown. El público joven que suele concurrir allí no sólo no huyó para refugiarse en los tantos otros lugares de la zona en busca de música más habitual, sino que ha seguido en aumento hasta casi desbordar su capacidad.
La aparción de Jam Sessions en Mar del Plata suelen preludiar un momento de auge de nuestro jazz. Las hubo en los viejos tiempos que no conocí, previos a 1963 cuando desembarqué en estas playas. Cuentan que la muchachada se juntaba a tocar en las casas y algunos locales previo a que constituyeran los Silver Sea Stompers, primera banda de jazz amateur local de la que tengo noticias. Sí tuve que ver con las recordades reuniones de la calle Peña, que precedieron la creación de la Rambla Vieja Jazz Band por un lado, y al Mar del Plata Jazz Ensamble por el otro. Veremos si mi tesis se cumple.
Hubo muchas ocasiones memorables en que los músicos se juntaron a improvisar de modo informal. Hubo noches inolvidables en el "after hours" de Canotier. Por lo general las tocadas con músicos visitantes se producían tras la estela de las actuaciones de MdP Jazz Ensamble. Recuerdo algunas noches en el foyer del teatro Tronador, cuando aparecían como caídos del cielo los músicos cubanos de uno de los elencos del espectáculo itinerante Tropicana, y que hacían bramar los blues y los standards en ritmo salsero.
Pero los viejos somos chotos. Nos dejamos enredar por las dificultades. Después de tener que lidear con los boliches, tener que ocuparse de los equipos, teclados, y el eterno problema de la guita, que por definición está ausente de una verdadera Jam Session, hemos caído vencidos y adoptado la vil filosofía de que "lo haga otro" y sino, que no se haga. De golpe se instala la premisa de que si no hay guita, no vale la pena juntarse a tocar.
Nico Pasetti es un joven contrabajista brillante, que luego de tocar por algo más de un año en los cruceros, decidió volver a su ciudad, no ceder a la abulia, y generar un ambiente propicio para el crecimiento del género. Tratemos de apoyarlo, y aunque la erosión en estos casos es inevitable, empujemos para que se pueda sostener lo más posible su idea, que seguramente generará una nueva movida de jazz marplatense.