domingo, diciembre 08, 2013

III Mar del Plata de Jazz

III Mar del Plata Jazz organizado por ICM (Improvisación Colectiva Mar del Plata)  4-5-6 y 7 de Diciembre 2013

Me apresuro a hacer un breve comentario sobre el reciente festival de ICM. Será acotada porque tuvo una variedad y número tal de presentaciones y escenarios que mi participación limitada no pudo cubrir. Solo haré alguna mención a los rasgos del evento que me impresionaron y que en mi opinión merecen ser destacados. 
En primer lugar su carácter inclusivo. Dejemos de lado que a nuestro JRT se le prodigó un lugar de privilegio en la programación, aunque fue también una muestra de apertura al dar un lugar a los momentos tempranos del género. Me pareció muy emotivo que se le hiciera tributo a Ferio Espinosa, que durante más de 25 años lideró la organización de un festival de Jazz anual en el mes de Abril. A eso se le suma la incorporación de músicos de la movida folklórica como Marita Moyano, y el acierto de poder contar con "Los amigos del Chango" , un grupo numeroso de excelentes artistas que se reunían con el Chango Farías Gomez para crear bajo la invocación del swing, la improvisación y la creatividad, como tantos otros próceres como el Mono Villegas, Eduardo Lagos, y Adolfo Ábalos. Su presentación el viernes en el Teatro Colón fue ovacionada por un público que podría ser sectario por asistir a un festival de jazz.
Hubo momentos preciosos en las jam sessions en Rondó, y las clínicas a las que asistí fueron muy interesantes. Solo me preocupa que los músicos locales podrían haberlos aprovechado mejor...no tuvieron una asistencia muy numerosa. Además dieron una visión muy extensa de las diversas ópticas con los que se puede pensar el jazz. De un extremo de cálculo y de análisis rítmico como lo mostrado por el Atos Trío, a la cultura de la flexibilidad de las formas expresadas por Pablo Ledesma.
Me perdí muchos de los sets, pero me quedaron muy marcados los de el trío de Oscar Giunta, Arturo Puertas y Hernán Jacito, y el de nuestro Trio Dapine (será Dápine o Dapine), que sigue siendo mi grupo favorito a nivel local. 
A los organizadores, que fueron muchos además de Martin DeLassaletta, Nicolás Passetti y Marcos Basso, les deseo una feliz conclusión de este festival. Todos nos sentimos solidarios en el esfuerzo. Sé por experiencia propia la satisfacción que produce este tipo de logros. También hay un precio de malentendidos, resentimientos y enojos, a veces a causa del cansancio o la ansiedad. Tolerancia, fuerza, y vamo' arriba muchachos.
Para los que quieran apreciar la multiplicidad de la oferta del festival, consultar:
www.mardelplatajazz.com


viernes, noviembre 08, 2013

Los Savasa en el Teatro Colon

centro Jueves 31, viernes 1, sábado 2 y domingo 3 de Octubre 2013.- Dúo, Trío, Cuarteto- Centro de Experimentación del Teatro Colón de Buenos Aires.

El cronista debió transladarse a la Capital Federal para asistir a esta serie de conciertos. No era para menos. Se presentaba el alumni de Viva Buddy Bolden, Valentin Garvie en una de las salas de la casa mayor de conciertos del país, el venerable Teatro Colon. Los recitales tuvieron lugar en el llamado  "Centro de Experimentación del Teatro Colón"...un nombre que me parece tan absurdo y paradójico como la expresión "Museo de Arte Contemporáneo". Dentro de unos años va a sonar todavía más ridículo que el lugar donde se celebra la música del sigo XX y XXI tenga aún que llamarse "de Experimentación". Igualmente hemos de agradecer que ese espacio se mantenga, hoy bajo la dirección de Miguel Galperin, cuyo concierto de tesis al graduarse de la carrera de dirección musical de la UCA todavía recuerdo.
Valentín viajó junto a tres compañeros del Ensamble Modern de Frankfurt, su compañero de fila, el trompetista búlgaro  Sava Stoianov, y el cornista israelí Saar Berger.
Hicieron en forma alternada dos programas: El primero consistía en una comisión al compositor argentino Adalberto Vidal, para el que se sumó el pianista Bruno Mesz.
El segundo programa consistía en varias obras escritas por una serie de compositores ...entre los que figuraban el conspicuo Marcelo Perticone, de quien nos ocupamos en la entrada anterior. Marcelo fue una figura central en la formación de Valentin, ya que estudió intensamente en forma particular con él antes de concurrir a la universidad. (siempre dijo que lo que aprendió de teoría con él le alcanzó para atravesar toda la carrera). De modo que no es extraño que haya incluido su obra "Les Illusions", para trompeta y "otra trompeta" que ya incluyera en su grabación "portrait" editado por el EM. Las diversas obras se entrelazaron con una serie de pequeñas piezas llamadas "Savasa Games", compuestas por el pianista del EM, Herman Kretzchmar. Son justamente "juegos" que reflejan los sonidos que provienen de la sala de bronces del EM, donde Sava, Valentin, y Saar, pasan horas practicando, ensayando, preludiando y jugando al ping pong. En su conjunto este programa mostraba una muy variada paleta de sonidos, que sorprendía por esa inusual combinación de dos trompetas y corno. Quizás la inclusión del corno determinó en gran medida una bella riqueza tímbrica. Por otra parte Sava y Saar tuvieron intervenciones solistas que asombraban por su virtuosismo y ductilidad.. 
En cuanto al concierto monográfico del compositor Vidal,  hubo una primera obra "Estudio para piano solo" interpretado por el pianista Bruno Mesz. Bruno además de pianista es matemático y clarinetista, de modo que posee un perfil tan intrigante como la de Vidal, que según su propia definición es "compositor y programador". Luego, los "Cinco estudios para dos trompetas y corno" consistieron en fragmentos instrumentales enlazado por un interludio repetitivo del piano. La naturaleza algorítmica de la música lograba tener cierto carácter humano gracias a la interpretación de los bronces. Las exigencias de la partitura fueron intimidantes, dado el rango de los saltos interválicos, generados por el programa informático que diseñó el compositor.
Paso a darle la palabra a mis lectores, para que mediten sobre el criterio estético de Adalberto Vidal. Transcribo a continuación un fragmento donde el autor explica su idea. Les anticipo que a mí me dio mucho que pensar, y que a mi reacción visceral inicial, se sucedieron otras meditaciones de distinto signo.
Les transcribo textualmente sus palabras:

"El concepto de lo que es estético se rige para mí por un único criterio: que todos los aspectos de la obra puedan ser descritos algorítmicamente. Bajo esta premisa, sólo es estética aquella obra que, en última instancia, pueda ser generada por un programa informático. Todos aquellos aspectos que no pueden ser descritos algorítmicamente son descartados, considerados antiestéticos, caprichos o simplemente errores. La valoración de la obra está en relación directa con sus susceptibilidad a ser programada"

Chupate esa mandarina....

miércoles, septiembre 25, 2013

¡Acontencimiento!

22 de Septiembre- Del Hoyo Trío junto a la Banda Municipal de Música - Teatro Colon

El sábado 22 asistimos a un acontecimiento de aquellos que marcan un salto en el nivel de producción musical. Sebastián Del Hoyo viene haciendo una carrera que empieza a trascender los límites de Mar del Plata. Se suma a sus presentaciones en el interior, su presentación reciente en Buenos Aires bajo los auspicios de Cultura Nación, a que ya ha estado llevando su música a Europa en giras personales.
 El recital que estamos comentando es un buen ejemplo de cómo el talento y creatividad se debe sumar a la gestión y la perseverancia para lograr subir varios peldaños los niveles de calidad a la que debemos acostumbrarnos.
Involucrar a todo un organismo como la Banda Municipal de Música no es una tarea fácil...hay que superar hábitos y costumbres, reglamentaciones, vías transitadas que a veces son difíciles de modificar para hacer cosas totalmente diferentes. Esta vez un repertorio totalmente compuesto por nuestro Sebastián, pero adaptado, instrumentado y dirigido por Marcelo Perticone* . Esto no solo marca un crecimiento para él sino para el mismo organismo que forma parte de de la base estable de la cultura de nuestra ciudad.  Fueron 13 temas que conformaron un largo recital que además presentaban un formato muy peculiar. En un rincón del escenario formó del trío conformado por Javier Puyol en batería y Martin DeLassaletta, además del guitarrista y compositor. Perticone en el podio confrontaba a la banda con  una tarea muy ardua, ya que debe ser difícil mover un organismo tan numeroso y pesado con el movimiento ágil del trio. En un momento hubo un bello tema tocado simplemente a dúo junto al trompetista Claudio Sanchez, que sirvió como un interludio refrescante.
Y hay que destacar que la instrumentación de semejante cantidad de temas ha sido trabajo enorme. El resultado en todos los casos fue de un efecto sorprendente. Quizás las sonoridades destacaban un filón fusión-rock sinfónico, un efecto nada sorprendente conociendo los gustos de Marcelo, sumado a que la estética de DelHoyo tiene un fuerte ingrediente de fusión. Incluso la intervención ocasional de las placas abordadas desde el fondo por Roque Figliuolo generaban un efecto que recordaba en alguna medida los registros instrumentales de F.Zappa.  El que estaba acostumbrado a la sonoridad acústica del trío podría tener una sensación de extrañeza, pero una vez asumido el conjunto, se podía disfrutar de una recreación innovadora. No olvidemos que estábamos acostumbrados a un material grabado en versión mínima de guitarra clásica.  Sebastián proyectaba una imagen fuerte de solista, aún con su habitual gesto humilde y de bajo perfil. El contrabajo de Martin DeLassaletta sirvió como pilar de todo el conjunto...los requerimientos de amplificación quizás reducían la riqueza de la sonoridad del instrumento, pero le daban una calidad percusiva necesaria para mantener rodando esa masa instrumental. Quizás el que más sufrió por las exigencias de amplificación fue la batería de Javier Puyol, pero igual pudo desplegar su habitual exhibición de técnica e inventiva, ya que los arreglos le proveían de espacios amplios para sus solos.
Creo que todos....músicos y público nos sentimos satisfechos y orgullosos. Espero que semejante esfuerzo no se agote en una únca muestra...aunque temo que no es fácil que los planetas se vuelvan a alinear del mismo modo.
* Otro sí digo: Marcelo me corrige respecto de la cuestión de los arreglos e instrumentación (ver comentario). Sin duda me habré basado en algún comentario de Sebastián que me hizo pensar lo contrario.

domingo, septiembre 01, 2013

10 de Agosto- Curdman contra los Chotacabras Comeuvas - Episodio rediofónico Creado, dirigido y protagonizado por Ricardo Pereyra (relator) y Gran Elenco.

Ricardo Pereyra es un personaje renacentista...además de pianista de jazz es escritor, guionista y conductor de un eccéntrico programa de radio llamado "La Musa Equivocada". Me invitó a participar de su programa encarnando un personaje llamado Steve Garber, trompetista maligno que a través de sus malas artes desencadenaba un ataque de aves depredadores que devastaban los ricos viñedos adyacentes a Ciudad Enóloga. El superhéroe Curdman, junto a su fiel y sensible acompañante Romino, ponen fin a las andanzas del malo de Garber, y acaba con los ataques de los pájaros chotacabras comeuvas.

El episodio tenía un complemento musical, para lo cual se organizó una sesión de grabación. Participaron además de Ricardo en piano , Pablo Gonzalez en bateria (con quien también habíamos compartido la experiencia de Jazz Attack) y el bajista Osvaldo Gallo (quien toca habitualmente con Ricardo Pellican), Además de  los dos temas que eran parte del guión del radioteatro, se aprovechó la sesión para grabar cinco temas más, en lo que consistió en la experiencia de estudio más eficiente que haya tenido. Por cierto que encaramos material relativamente fácil, pero fue un placer compartir la habilidad de estos músicos para poder completar el repertorio sin ensayo. Contribuyó también el técnico de sonido cuyo nombre no conozco, pero que aprovechó el tiempo eficientemente y hasta nos entregó una compilación pre-editada de lo hecho.

lunes, julio 29, 2013

Contusión : Una lesión profunda que no presenta signos exteriores.

Teatro el Séptimo Fuego -28-07-13 -Contusión-Obra teatral escrita y dirigida por Carla Maliandi- Actuación de Anahí Pankonin -Julián Calviño y Eduardo Iacono- Música original compuesta por Julian Maliandi (gtr) y ejecutado en vivo junto a Fabio Maliandi (flt) y Martin DeLassaletta (dbl bass).

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible
Debió ser una arteria incontenible
y apenas es cicatriz que apenas duele.

El último verso del poema "Frente al Mar" de Alfonsina Storni resume la situación de una sociedad que no puede saldar lo inenarrable de su historia. Que sacrificó una generación de jóvenes que como en el poema, miraban el mar e intentando estar a su medida.  Quedaron quienes todavía no pueden desentrañar los efectos de la catástrofe. Un colectivo frágil e inseguro se dirige al mar...síntoma de lo inacabado y fallido. (Experiencia que todos los marplatenses conocemos demasiado bien). Pasajeros que o bien no protestan, o se enardecen en una queja impotente. El horror no puede ser mirado de frente, se lo intenta contemplar de soslayo..aún negar...el legado de la historia no puede ser retomado sino en fragmentos, en pequeños rasgos o rastros testimoniales.
La obra de Carla Maliandi podría entenderse como uno de nuestros intentos por atender esa cicatriz que apenas duele, pero que responde a un golpe tremendo a nuestras aspiraciones e ideales. Tiene el poder de transportarnos a esa noche de dudas, reproches y ambigüedades. Lo hace mediante diálogos sencillos, un lenguaje franco y poco afectado, pero que no dispensa al espectador de intentar procesar la escena. Labor que justifica la existencia del verdadero teatro...
La música introduce la acción con una melodía persuasiva que pareciera impulsarnos al viaje. Es la misma que, luego del interregno dramático puntuado por pequeños toques y fragmentos improvisados, acompaña el movimiento de salida que nos devuelve a la cotidianidad, a la existencia tolerable pero adormecida. 

jueves, julio 11, 2013

Exhibición fotográfica festival ICM en Espacio Bua

Hola....soy Garmendia. Me tomé una larga licencia, pero aquí estoy nuevamente para comentar la escena marplatense de jazz. Resulta que se hizo una exhibición de fotos del  festival de ICM realizado en 2012.
Ahí decía que las fotos las habían sacado un tal Nicolas Santiñaque y otro de nombre Pancho Gidoni.
Para empezar diría que tardaron un rato en sacar a relucir las fotos, pero bueno, ahí estaban. Lástima que en blanco y negro...hoy en día hay buena fotografía en colores muy buena...hasta mi celular saca fotos en color. En fin, las estuve mirando un rato. Algunas están buenas pero algunas no las entiendo, como por ejemplo la del piano o el del saxofón que están solas, sin intérprete. Que se yo, creo que un instrumento va  con un músico ¿no?. Por ejemplo, había al frente y a la derecha, como presidiendo la exposición, una imagen realmente impresionante. Era de un trompetista cuya expresión concentrada mostraba no solo la excelencia de su música, sino la luz que irradiaba su ser fulgurante. Seguramente el fotógrafo lo retrató cuando estaría expresándose con emoción,  construyendo una frase milagrosamente formulada, o un sobreagudo atronador.  Luego de permanecer magnetizado por la personalidad de ese interprete, me fui al hall donde me serví todas las veces que pude de los vasos de vino, y de los sandwiches de miga, que estaban re-buenos. Creyendo que nadie lo veía, observé cuando un sujeto que apodaban "Barto" se metía varios sandwichitos en el bolsillo de su camperón. 
También pasaban música...pero aquí hay otra cosa que no entiendo de esta gente. Usaban un tocadiscos viejos donde pasaban unos viejos LP. Cuando les pregunté porque usaban esa antigüedad a uno de los personajes que parecía como organizador me contestó "No hay nada mejor que los vinilos, loco". La verdad es que él no me pareció muy cuerdo. 
Cuando me estaba por ir vi que iban a tocar un poco de música. Eran un guitarrista llamado Sebastián Del Hoyo, y un saxofonista de nombre Juan Manuel Martinez.  El guitarrista tocaba bastante bien, pero yo le diría que le meta un poco más de ritmo a la cosa, algo que sirva más para bailar. El del saxo también andaba bien, pero tocó un solo tema y se fue...no sé si se enojó o algo. 
En fin, no estuvo mal. A la salida aproveché para tomarme unos vinitos más.

viernes, julio 05, 2013

Rafael Morelli R.I.P

Ayer tuve noticias del fallecimiento el día miércoles del Mtro. Rafael Morelli. Trompetista de gran calidad, actuó en los niveles más calificados del género sinfónico, destacándose en distinas expresiones de la música clásica. Se introdujo en la música desde muy pequeño, asistiendo al centro“Infancia Desvalida” de Rosario, donde tomó sus primeras clases bajo la dirección del maestro y compositor Alfredo Serafino. Compartió ese humilde comienzo con otro compañerito, Ruben Barbieri, con el que siempre mantuvo una amistad. Éste último es por supuesto más conocido por nosotros en el ambiente jazzero. Pero hay un paralelismo en la vida de estos dos músicos, marcados por aquel comienzo humilde, la excelencia, el bajo perfil y sobre todo por su sujeción a una ética intachable.
Nuestra relación con el Mtro. Morelli es clave en tanto fue el maestro de trompeta de Valentin Garvie. Su rol no se limitó a trasmitir los fundamentos racionales para la correcta ejecución del instrumento, o las formas estilísticas tan críticas en la música académica. Fue un consejero hábil para aconsejar en las complejas relaciones humanas que se producen en la vida de un músico. Su estilo prudente y regido por principios  ofrecieron un camino que Valentin supo aprovechar bien. 
Vayan estas palabras para la despedida del querido Mtro Morelli. Son tomadas de un poema escrito por un familiar de Big Ike, cuyo funeral relatamos en las entradas anteriores.

Se ha ido

Puedes llorar porque se ha ido
o puedes sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrer tus ojos, y rezar por que vuelva,
puedes abrir tus ojos y contemplar lo que nos ha dejado.
Tu corazon puede estar vacío porque no lo puedes ver
o puedes estar colmado del amor que has compartido.
Puedes darle la espalda al mañana y vivir ayer,
o puedes estar feliz por mañana a causa de ayer.
Puedes recordarlo en tanto ya no está,
o puedes mantener viva su memoria.
Puedes deshacerte en lágrimas, 
cerrrar tu mente,
dar la espalda,
o puedes  hacer lo que él hubiera querido:
Amar, y seguir adelante.

miércoles, junio 26, 2013

domingo, junio 23, 2013

Buddy Bolden en New Orleans

Escribo en la noche de la luna más llena y cercana del año...casi una paradoja en una ciudad que  también llaman Crescent City, la ciudad de la media luna. Ya cercano al final de nuestra visita al pueblo que fue la cuna de Buddy Bolden, Martin DeLassaletta, Valentin Garvie, y quien subscribe estamos extenuados. Es imposible narrar todas las cosas que presenciamos en estos cinco días. Solamente contaré nuestra experiencia de hoy,...quizás la más conmovedora. Salimos a la mañana en búsqueda del funeral de Isaiah Joseph Bennett III, quien fuera mejor conocido por su apodo "Big Ike". Fue un hombre de intensa participación comunitaria en el barrio de Tremé, y sobre todo por su trabajo como entrenador de generaciones de jugadores de basquet de esta ciudad.  Fue difícil encontrar la iglesia metodista donde se desarrollaba su misa de requiem, pero gracias a la ayuda de Allen Kimble, un amigo que nos granjeamos en estos días, logramos llegar al lugar. No pudimos ingresar a la ceremonia porque ya no cabía un alfiler en el templo. La misa estaba puntuada por participaciones musicales, entre otros del trombonista Glenn Andrews (a quien fuimos a escuchar a nuestra llegada). También de Lady Tambourine, una mujer increíble que una noche anterior habíamos visto en un lugar atestado de bailarines. Había aparecido súbitamente creando un momento de agitación mágica.  Pero hubo que esperar casi tres horas para que culminara la ceremonia. Mientras tanto se iban congregando músicos y gente del barrio, esperando el 2nd Line. Al fin se abrieron las puertas y fue una explosión de movimiento y música. Encabezaba la marcha un bailarín de la Zulu Society a la que había pertenecido el finado, pero había todo un despliege de pasos de baile por parte de los miembros más hábiles de la congregación. Inmediatamente atrás tronaba la Brass Band, con dos tubas y unos ocho bronces casi todos jóvenes  y algún niño de apenas 9 o 10 años. Generaban una intensidad arrolladora, tocando algunos de los viejos himnos que yo conocía como Lord, Lord, Lord, y otros temas propios de la fusión que estas bandas hacen hoy con temas populares. Nosotros nos sumamos al second line que transitó un recorrido de unas quince cuadras hasta llegar al campo de entrenamiento donde Big Ike ejercitaba a sus equipos, y donde se culminó con una suelta de globos. Luego se armó una mesa con comida y botellas de agua. Mientras la gente charlaba antes de dispersarse, se nos convidó generosamente. La apertura de esa gente derrotó nuestra timidez y tendencia a auto-segregarnos. 
Nada de todo lo vivido estos días, supera esta experiencia de emoción, swing, música y humanidad enaltecida. 

jueves, junio 13, 2013

2013 Lo que hubo y lo que vendrá.

Al fin concluida la saga del trombonista, puedo volver a las anotaciones habituales.
Ha habido una serie de tocadas durante este período que abarca desde Febrero. Lo que rescato fundamentalmente fueron dos tocadas en Cantalao en Camet Norte. Una en Febrero aprovechando la visita de Valentin Garvie, a la que se sumaron Sebastián DelHoyo, Nico Passetti y Lucho Monte...ah! y Julia Sanjurjo que vino a escucharnos y que por supuesto se sumó.
Hubo otra visita al mismo lugar más reciente con el JRT  resucitado ...el 18 de Mayo si no recuerdo mal.
También hubo una suerte de tocada inauguración del negocio de Rudi DeLassaletta en Camet Norte...(me parece que vamos a tener que mudarnos todos ahí.) Allí  estuvieron Julián Maliandi, Damián Manzo y Martin DeLassaletta por supuesto.
La novedad interesante es que Barto Camus organizó un cuarteto con él en bajo, Lucho Monte en batería, Fede Viceconte en sx, y un servidor en trp, con la idea de hacer repertorio de temas de Ch. Parker. Los temas de Charlie ya casi son clásicos en el repertorio de las jams, además de basarse en la armonía de standards de los 40'. Pero son invenciones melódicas tan sorprendentes, que hoy todavía suenan contemporáneas. En varios de los temas hemos podido introducir arreglos algo deconstructivos, agregando una nota de interés y de dificultad para interpretarlos. No sé cuánto puede durar este proyecto, no creo que mucho, los demás son todos músicos muy ocupados e inquietos, pero mientras dure lo disfruto.
Ahora lo que viene....¡una semana en Nueva Orleans!. Luego se informrá.

viernes, junio 07, 2013

El Tombonista VI (y último capítulo)

A nuestro trombonista no le costó mucho trabajo encontrar donde vivir en la llamada Ciudad Feliz. Sólo necesitó llamar a cuatro o cinco de sus viejos compañeros de secundaria, para que le ofrezcan  alojarse en algún chalet de las inmediaciones de Playa Grande. Esas casas seguían desocupadas luego de dos y aún tres temporadas que ellos, junto a sus padres y alguna novia, preferían pasar la temporada en Punta del Este. Luis María armó su valija con una muda de ropa, sobre todo vestimenta de playa, y tomando su instrumento se subió a un ómnibus en Retiro con dirección a la costa atlántica.
Una vez instalado, no tardó en visitar el lugar donde le habían dicho que tocaban las bandas de jazz. Lo trataron con cortesía, pero pronto le explicaron que sólo tocaban una vez a la semana por turnos, que apenas sacaban como para la cerveza y la pizza, y que por ahora no había plaza libre para trombón en las bandas, ya que por ahora la cubrían excelentes instrumentistas. Que dejara su número de teléfono y cualquier cosa lo llamaban. Cuando ya era tarde lo invitaron finalmente a subirse al escenario, pero apenas terminado el tema se acabó la tocada. Los músicos enfundaron sus caños y desaparecieron.
Ya había gastado bastante en el taxi de ida, en los tragos, más la entrada que debió pagar para entrar. De modo que decidió volver caminando para ahorrar un poco. Descubrió que Playa Grande quedaba muy lejos, y que las noches marplatenses pueden ser ventosas, húmedas y frías aunque sea verano. Patacón por cuadra, iba tratando de meditar sobre su situación. Urgentemente debía encontrar un empleo, un bolo, changa, cualquier cosa como para subsistir.
Al día siguiente, en un paquete café de la calle Alem, revisaba el diario local en busca de la sección de empleos ofrecidos. En destacado, leyó:
"Importante empresa de espectáculos convoca a casting para un próximo lanzamiento" 
El aviso citaba para el día siguiente a primera hora en un lugar algo raro, algo más lejos que el puerto, donde ni siquiera se asentaban los circos.
Siempre forzadamente ahorrativo, el muchacho se dirigió a pié al lugar indicado, para encontrar una larga cola frente a una especie de obra en construcción. Antes de encolumnarse, leyó en un cartel encuadrado en tablas rústicas:
El Fortín de Frontera
¡Viva la emoción de la conquista del desierto!

Durante la larga espera se filtraban en la fila informaciones acerca de los puestos que se buscaban cubrir. Se iban a elegir candidatos para formar dos equipos, una de indios y otra de gauchos milicos tipo Cabo Sabino. El espectáculo consistiría en simular un ataque montonero al fortín, y el desarrollo de un combate, peleas cuerpo a cuerpo, fusilamientos, pasadas a degüello etc. Luis María no se imaginaba en un bando ni en el otro.  Esperaba ser elegido para ser "de los que ganaban", pero cuando al fin le tocó el turno para la audición, supo que todas las vacantes habían sido cubiertos. Igualmente le ofrecieron trabajar en un equipo promocional...debía disfrazarse de personaje de comic, entretener a los niños mientras esperaban el comienzo del espectáculo, y además tripular una carroza de propaganda, repartiendo volantes.  Debió ponerse el disfraz que le tocó en suerte. Hubiera preferido el del hombre araña, que al menos estaba hecho de una tela más liviana. Pero debió vestirse con uno de la pantera rosa, que estaba hecho de un paño peludo, que ya lucía algo sucio y maloliente a causa del sudor acumulado por usuarios anteriores. Hubo promesas de pago razonable al término de cada semana, e inmediatamente los seleccionados para promoción debieron subirse al una plataforma rodante, y salir a anunciar el show por el centro de la ciudad.
El calor dentro del disfraz era intenso, y se volvía intolerable cuando la comitiva se detenía a repartir volantes. Había que agitar las manos y saltar para divertir a los pequeños, que insistían en sacarse fotos con sus personajes favoritos. No faltaban los impertinentes que atacaban por atrás a la pantera,  golpeándole la espalda o tirándolo de la cola. El personaje perdía su comicidad e intentaba perseguir al atacante, pero de inmediato debía recordar su rol de simpático entretenedor. Mientras hacía sus  gestos graciosos, puteaba a todos los niños que apenas podía divisar a través de los pequeños agujeros de su escafandra asfixiante.
Logró sobrevivir la primera semana, cuando cobró la mitad de lo anunciado, que le pagarían, "una vez que arranque el show".  Pero cuando ya el fortín funcionaba con su oferta de alaridos, ataques y muertes seguían demorando el pago hasta que "avance la temporada"
En una oportunidad, haciendo la parada obligada en la Plaza del Agua, concurrido por pequeños energúmenos de clase media y sus padres igualmente insoportables, sucedió lo que siempre había temido. Allí estaba junto a su mujer e hijos, Patricio Lamas Caballero, otro de sus ex-compañeros de su exclusivo colegio secundario, Hijo de acaudalados estancieros, había sido uno de los compañeros de banco de Luis María. Habían jugado juntos al rugby, y una vez recibidos, se juntaban para salir y visitar putas caras de Barrio Norte.  La Pantera Rosa quiso esconderse atrás del Pato Donald, pero los chiquitos Lamas Caballero habían divisado a su personaje favorito, e insistieron en sacarse una foto familiar con el simpático monigote. Más rojo que rosado, Luis María cumplió con el penoso proceso, refugiándose en el silencio de su caracterización. 
Y así transcurrió la temporada, hasta que las huestes de indios y soldadesca, hartos  de no cobrar lo pactado, organizaron una partida conjunta para incendiar las instalaciones. O quizás fuera un atentado organizado por los mismos dueños, que encontraron una forma de justificar su desaparición dejando un tendal de deudas. Nunca se supo.
Luis María optó por una salida clásica. Fue a una cabina telefónica, y llamó a la casa de sus padres.
"Hola mamá, mirá, estuve pensando bien...tengo ganas de estudiar marketing. Hay una universidad privada buenísima en Belgrano...eso sí...tendría que conseguir un departamentito por ahí cerca, para no perder tiempo viajando, viste....."


martes, abril 30, 2013

El Trombonista V

De modo que a medida que se internaba en el mundo de datos sobre personajes de la historia del instrumento, grabaciones, ingresaba también a una red de músicos locales, que aunque pequeña, daba lugar a todo tipo de comentarios, rivalidades, chusmeríos y conversaciones de café.
Podría decirse que su universo era limitado y egocéntrico...pero era un espacio en el que sentía que tenía lugar. Mientras salía de su departamento con su estuche, podía presumir que ahora tenía algo importante que hacer, que lo mirarían por la calle con respeto y cierta admiración. Por fin se sentía que era alguien, con algo que hacer, con algo la cabeza, con preocupaciones y urgencias.
Pero sus padres no pensaban lo mismo.
Veían que a los 30 años este muchacho seguía sin rumbo. Para ellos sólo perdía su tiempo en los sótanos donde ensayaba...si ocasionalmente tocaba en público solía ser por monedas. Y aunque tocara música con mayor demanda comercial, nunca sería alguien presentable en los círculos en los que ellos se movían. 
De modo que luego de muchas conversaciones en las que la desilución les amargaba la noche, decidieron finalmente, cortarle los víveres. El padre lo citó formalmente en un café, donde le comunicó que iban a dejar de pasarle la mensualidad con la que  financiaban una vida inexistente de supuesto estudiante universitario.
Luis María pretendió asimilar la noticia con afectado desinterés. Él saldría adelante igual...con su instrumento y su nuevo mundo podría defenderse sólo. Con un gesto de artificiosa suficiencia, amagó a pagar el café, aunque por supuesto ante el mozo se excusó por no tener cambio.
Pero vivimos en un mundo cruel. Pronto vió que no podría pagar el alquiler de su paquete bulín en Palermo. Entonces consultó con las bandas de pachanga que también ensayaban en el Bar Las Palmas  si no podían incorporarlo. Logró que alguna banda de cumbia lo llamara, pero detestaba tocar en ese ambiente...y además debía hacer piruetas absurdas para que sus amigos de las Jazz Band no lo descubrieran. En general se encontró que cuando debía afrontar las demandas mínimas de un músico profesional, no tenía los recursos técnicos como para tocar lo que le pedían, y tampoco tenía las habilidades de lectura necesaria para tocar en sesiones de grabación, o para hacer reemplazos en orquestas de función.
Pronto debió tomar la decisión de resignar su departamento...era un momento crítico. Era Diciembre, se venía la calor...y de golpe creyó tener una idea salvadora: ¡Se mudaría a Mar del Plata!
Allí seguro que encontraría alojamiento en lo de algún viejo amigo de la secundaria...conocía a varios que tenían casas de verano que apenas usaban. Era cuestión de llamar a sus viejos contactos por teléfono y hacerse invitar. Allí podría agarrar algún trabajo de temporada, quizás hasta musical, y luego en Marzo vería que hacer de su vida...
(continuará)



martes, abril 09, 2013

El trombonista IV

Así nuestro Luis María descubrió un universo nuevo. A poco de refrescar algunas posiciones y de restablecer la técnica elemental que le había servido para pasar por la agrupación musical de su viejo colegio, logró ser invitado a algún ensayo a la que algún día faltó su iniciador. Entonces logró intervenir con alguna nota en los momentos de improvisación colectiva, aunque a la hora de tocar un solo no sabía bien que podía hacer. A la vez que lograba ser saludado por los otros miembros de la banda, se encontró con un nuevo grupo de amigos. Ingresó al intercambio de conversaciones, grabaciones y libros de estos cultores de un jazz antiguo, olvidado por los usos y costumbres de su época. Esto confería cierto halo de excéntricos a esta pequeña comunidad de músicos, y les daba la ilusión de pertenecer a una cofradía exclusiva. Junto a  otros integrantes de bandas que tocaban música semejante, se instalaba algo parecido a una parcialidad futbolera. Alcanzaban el mismo grado de fanatismo, a lo que se agregaba cierto desprecio por estilos no precisamente iguales a la que practicaban.  Así ingresó a un universo de contraseñas y de saberes, muchos de ellos relacionados con su instrumento y de aquellos que históricamente fueron sus exponentes. Supo por ejemplo que la forma arrastrada que combinaba puntuaciones rítmicas con amplios glissandos se llamaba "estilo tailgaite", nombre que se suponía debido a que se ubicaba al trombonista de las bandas transportadas en la cola carros donde recorrían los barrios para anunciar eventos, bailes, etc. Y que el máximo exponente del estilo fue Kid Ory...quien además grabó el primer disco de jazz con músicos negros....y que compuso Rata Paseandera . Pero que también había otros héroes de la vara. El sentencioso Honoré Dutray...el rimbombante Highinbotham...y que era John Thomas el que toca en los Hot Seven en lugar de Ory.  Y tantos y tantos otros detalles de la miscelánea de aquella época de las primeras grabaciones...
(continuará)....

martes, abril 02, 2013

El trombonista III

Ese día buscó la intersección de la calle Paraná y Sarmiento, y se sentó a la mesa de el viejo bar Las Palmas, donde el mozo, que nunca le sonreía a un parroquiano nuevo, le sirvió un café como de mala gana.
Al rato llegó su anfitrión, junto con otros músicos que cargaban los estuches de sus instrumentos. Sentados en su mesa y algunas aledañas, conversaban, fumaban y tomaban café hasta que llegada la hora del ensayo, descendieron al sótano del bar, donde tras gruesas puertas se podía vislumbrar a través de un ventanuco de vidrio otros ensayos, principalmente de tango y de zarzuela. Ubicados en una de las salas los músicos tomaron asiento alrededor de un piano desvencijado, y luego de algún cabildeo comenzaron a tocar viejos temas de jazz que Luis María no conocía, pero que lo rodearon de una clima espeso y pulsante que le parecía que se le metía en el cuerpo y lo provocaba un movimiento rítmico involuntario. Una inmensa tuba presidía el ritmo de aquella música, apoyado lateralmente por un banjo y una escueta percusión de caja, redoblante y platillo. Los vientos propulsaban un ensamble entretejido, con la discreta conducción de una corneta. Sus frases cortas eran respondidas por el contrapunto de un clarinete que en un registro medio exudaba un sonido turgente, un saxo que ornaba arpegios en forma rítmica y finalmente, el trombón de su nuevo amigo, que arrastraba notas pedal y glissandos de manera que sellaba una armonía simple pero compulsiva. 
Fue una experiencia que tuvo la naturaleza de una revelación, un acontecimiento que despertó en nuestro joven el deseo incontenible de sumarse a esta extraña celebración de música vital.
Salió del ensayo en búsqueda de su abandonado trombón de estudio, viajando casi dos horas en colectivo  hasta su casa paterna en Olivos. En un altillo polvoriento logró divisar el estuche que buscaba entre cajas y objetos diversos...extrajo impaciente el viejo caño de bronce manchado, y trató de tocar algunas notas que se parecieran a los sonidos mágicos que había escuchado en el sótano.
(continuará

martes, marzo 05, 2013

El Trombonista II

Luis María había tomado la iniciativa:
-Hola,....muy bueno lo tuyo. Decime, ¿hay que soplar mucho para tocar eso?
-No te creas...es cuestión de tomarle la mano.
-Ah, pero, no debe ser bueno ser fumador para soplar fuerte, ¿no?
-Qué se yo....yo fumo igual.
-Ah. Yo también tocaba ese instrumento cuando estaba en el colegio, pero después lo dejé, y no me acuerdo nada.
-¡No digas!...pero no creo que te olvides todo...es medio como andar en bicicleta....¿querés probar a ver qué te sale?
-Uh....bueno, a ver....
Vacilante, Luis M toma el trombón, y se lo acomoda en el hombro. Antes de embocar, piensa en saliva, y no sin cierto resquemor, acerca sus labios a la boquilla.  Luego de algún intento fallido, logra sacar sonido.
-¡Viste!...lo que se aprende de chico no se olvida. ¿Te acordás de algunas posiciones?
El experimentador estira la vara, hasta ubicar la 6ta, subir a 4ta, 2da y finalmente 1ra, y logra emitir un Do, luego, el Re, Mi, hasta llegar a un Fa. Satisfecho, le devuelve el trombón a su dueño, luego de limpiar ceremoniosamente la bquilla con una servilleta que encontró en una mesa vecina.
-Gracias,...la verdad es que me parecía que no me iba a salir nada. Pero ese jazz que tocan...¡qué lindo que es! ¡Como me gustaría poder tocar algo así!
-Bueno, la verdad es que lo que hacemos aquí es para la gilada. Moritat, Cuando los santos vienen marchando, ese tipo de cosas, esto es un laburo. En realidad, a nosotros nos gusta tocar otra cosa, más auténtica. Pero eso lo hacemos en ensayos...
-¡Claro! (haciéndose el conocedor)-pero bueno, igual está bueno. ¿Y cómo puedo escuchar eso que tocan Uds cuando hacen lo que les gusta?
-¡Mirá, si querés podés venir a un ensayo...te invito yo. Mucho no nos gusta que se junten muchos en la sala, pero yo te hago entrar.
Sin pensar demasiado, Luis María agradece la invitación,  intercambia teléfonos y concerta una cita en un bar céntrico para la tarde del viernes siguiente.
(Continuará....)



miércoles, febrero 27, 2013

El trombonista I

Luis María había aprendido a tocar el trombón en la secundaria. Aquel colegio privado tenía un programa de actividad musical que incentivaba el aprendizaje de instrumentos, y él había aceptado aprender a tocar uno, pero sin demasiada convicción. Apenas cumplía con las clases y participaba de las agrupaciones del colegio con un aire de displicencia que lindaba con la oposición. Luego de egresar, había hecho algunos intentos fallidos por seguir estudios universitarios, pero cada inscripción en una facultad distinta marcaba otro año de frustración. Sus padres, dos profesionales de buenos ingresos lo seguían auxiliando, y le alquilaban un departamento en el centro de Buenos Aires. Por bastante tiempo albergaban esperanzas de que persistiera en alguna carrera, pero nada parecía interesarle particularmente al joven. Seguía comprando tiempo reinscribiéndose en la universidad, y viviendo una divertida vida social con sus amigos y amigas, todos derivados del núcleo social acomodado al que pertenecía. Acercándose a los treinta años, ya algunos de sus pares, recibidos y en buenas posiciones, se casaban. Fue justamente en uno de aquellas fiestas de casamiento que escuchó una banda que tocaba al modo del jazz tradicional que había sido contratado para la ocasión. Ya fuera por el tipo de música, o ver en acción al trombonista del grupo, se sintió tocado por algo que rara vez había experimentado antes. Sintió interés. Se acercó al trombonista y se puso a charlar con  él. El músico creyó reconocer a un colega, y prontamente surgió la conversación que suele suscitarse entre los  ejecutantes de bronces....
Continuará










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