jueves, junio 25, 2009

El Cumpleaños de Egle Martin

Egle Martin /20 de Junio/ en Vaca Profana. (Bs.As)

Esta vez todo coincidió. Estaba en Buenos Aires, podía quedarme hasta tarde para retoronar a Mar del Plata a la noche, y nos enteramos del show de Egle Martin en un concert de Palermo que siempre quise visitar.
Acomodados en una mesa en primera fila contemplábamos el pequeño escenario poblado por instrumentos. Al frente se ubicaba una mesa decorada con una miríada de pequeños instrumentos de percusión, que se convirtió en el púlpito desde donde Egle ejerció su oficio de gran artista. Todo irradiaba profesionalismo. La expresión, la interpretación, y hasta el funcionamiento de la banda acompañante tenía el toque de una calidad poco común. Rodeada de músicos muy jóvenes, fue desplegando su repertorio de corte afro-rioplatense, impregnado en todo momento por un gesto jazzero innegable. Salvo los inevitables bossa standard, casi todos los temas eran de su autoría, presentados por sus comentarios que sin pedantería, pero también sin falsa modestia, ilustraban momentos preciosos con los mayores referentes del jazz del siglo XX.
Así desfilaron Astor, Vinicius, Dizzy, Hermeto, en fin, el relato tenía cierto resplandor atemporal.
Tampoco faltaron referencias a nuestros valores folklóricos, con el nombre inperecedero de Adolfo Ábalos en primer lugar.
No se puede dejar de admirar la vigencia de una mujer que en su veteranía exuda feminidad, y que pese a sus limitaciones físicas, hace del movimiento mínimo una danza ilimitada. Me recordaba el caso de Merce Cuningham que podía hacer de un cuerpo agredido por el reumatismo, una herramienta de bellísima expresión.
Me queda la incógnita de su falta de proyección en la industria cultural, a la cual obviamente no hará concesiones, pero por el puro brillo de su talento debería hacer de ella una figura mucho mejor reconocida.

jueves, junio 18, 2009

Jelly Roll Trio en IVO

11 de Junio - Ivo Café - Jelly Roll Trio

Con cierto retraso paso a registrar el primer gig formal del JRT después del festival de Abril. Esta vez se trató de un recital completo, que presentamos dentro del ciclo de Felix Barone de los jueves a la noche en el bar-restaurante Ivo. La última vez que toqué para el ciclo (ver entrada anterior) tuvimos solamente dos personas como público, de modo que mis expectativas eran bajas. Sin embargo había algunas mesas ocupadas al iniciar el gig. Por supuesto aportaba su presencia el colega Chiche Gallet, que me dijo que "vivía aquí adentro". Pero al poco tiempo fueron ingresando más personas, entre los que se contaba Oscar García Rabini, quien fuera el impulsor histórico del Jazz Club Mar del Plata. También se sumó una numerosa delegación de gente de la ciudad de Miramar, a los que se sumó nuestro incondicional Laci Trakal. Al tiempo teníamos si no una sala llena, un lugar cómodamente ocupado que hizo que el clima del set fuera cálido. Siempre es alentador tocar para un público que interviene con sus aplausos y comentarios. De modo que el trio comenzó su fogueo favorecido por el apoyo de un ambiente íntimo. Pudimos estrenar algún que otro tema nuevo, y pudimos despejar el mal humor que traímos de un ensayo frustrado del fin de semana anterior. Mis intervenciones en trombón evidenciaron la falta de práctica que tengo con el instrumento, pero no alcanzaron a arruinar el set. Me sigue sorprendiendo la convocatoria que tiene el jazz tradicional, y me pregunto cuando será el día en que logremos atraer gente con otras propuestas....

lunes, junio 08, 2009

Vintage Jazz Band- viernes 5/6/09 - Aula Magna de la UTN-BsAs

¿Quién te ha visto, y quién te ve, Estebancito, sinvergüenza tocando Dixieland?....pareciera estar diciéndome admonitoriamente Kacho Rodriguez Jurado quien fuera mi gurú cuando de adolescente me acercaba a los ensayos de la Guardia Vieja Jazz Band. Algún día habrá una reconstrucción de la historia del jazz tradicional en Buenos Aires durante los años 60, en la que había una interna que se superponía a la del cisma del Hot Club de Buenos Aires, que dió lugar a la creación del Bop Club de Bs.As. Si bien las discusiones de esa época pueden parecer patéticas, son una muestra interesante de cómo funciona el sectarismo.
La divisoria de aguas entre los mismos clasicistas del Hot Club pasaba por las del jazz "Negro" y el "Blanco", New Orleans versus Chicago. Por cierto se pueden diferenciar los rasgos de estilo entre estas dos vertientes, pero es difícil imaginarse el desprecio, unido a toda clase de imaginario ideológico que podia sumarse a los razonamientos de los respectivos partidarios. También había otras subdivisiones, tradicionales contra revivalistas, los del "jazz puro" contra el "comercial", grupos pequeños contra bandas grandes, etc. En el campo en que yo militaba, el desprecio mayor se reservaba contra los partidarios del Dixieland....blanco. (Aunque los negros que lo cultivaran como Edmund Hall, o el mismísmo Louis Armstrong de los All Stars también eran despreciados).
En realidad, todos los que discutían estas cuestiones pertenecían a una misma extracción de porteños petiteros de esa época. Los clasicistas serían un poco más pretenciosamente cultos y pedantes, mientras que los otros estarían más sintonizados con una moda decadente que intentaba resistirse a los Beatles en EEUU y Europa.
Algunas de las bandas Dixie como Los Georgians, Los Dixielanders...los nombres ya se me escapan, lograban ingresar al circuito de los bailes de clubes populares porteños, y del conurbano. Desde nuestro campo eran tildados de "mersas", al tiempo que no veíamos que todos éramos igualmente musicalmente torpes al modo en que los chicos que hoy tocan tres acordes en una guitarra arman grupos y salen a tocar. El Dixieland también tenía sus escuelas,....partidarios de Bix, chicagoanos a la Eddie Condon, hinchas del dixieland "progresivo" y demás. Mientras tanto, todos éramos ignorantes de la revolución musical que se gestaba en el género desde Charilie Parker hacia adelante, y además desoíamos la riqueza de nuestra propia música nacional. Visto desde la distancia, todo parece tan pequeño.

La cosa es que el viernes pasado me sumé a una tocada bien, bien Dixieland. Junto a Juan José Zentilini, Alfredo Desiata, Ricardo Pereyra, Mariano Tito (Jr) y Oscar Linero (Sr)
tocamos un largo set para un público que colmó el paraninfo de la UTN en Buenos Aires. Salvo un grupo de jóvenes bailarines que animaban el fondo de la sala, era un público mayor, que aplaudía solemnemente cada uno de los innumerables solos, y que ovacionaba agradecido el viejo ritual de la tocada jazzera.
Comprobé que al llegar a los 60 acumulé suficiente conocimiento del repertorio "del jazz de todos los tiempos" como para defenderme en la cancha. Pero sobre todo fue bueno beneficiarme del saber de estos músicos experimentados, que hacían que se puediera llevar al escenario, sin ensayo alguno, un set convinciente de música que pudiera ser disfrutada por tanta gente.