jueves, mayo 26, 2011

Buddy Bolden Balcánico

Estando en los Balcanes, con la idea de conocer las tierras de mi querido difunto amigo, el tompetista Goran Mladiç, me entero que hoy encontraron y metieron preso a su padre, el genocida Ratko Mladiç. No sé si para Goran hubiera sido una buena o mala noticia, pero en cierta forma el hijo pagó injustamente por el padre. Espero que se haga algo de justicia.
Por las dudas, no iré ahora a Serbia, y me contentaré con conocer Albania, Montenegro y Croacia.
No vaya a ser que me agarren a mí también para interrogarme sobre el pobre Goran.

jueves, mayo 19, 2011

Buddy Bolden nuevamente am Frankfurt

Luego de unos cuantos años este corresponsal volvió a Frankfut y en tres días consecutivos presenció tres gigs, dos de jazz y uno de música contemporánea académica.

7 de Mayo -Wagon Bunker-Mariano Diaz (pno)/ Valentin Garvie (Tpt)
La entrada anterior sobre la falta de pianos encuentra aquí cierto corolario. En tres días distintos me encontré con tres pianos increíbles. El local donde tocó el dúo era un bunker de la 2da guerra mundial, hoy convertido en salas de ensayo y centro para las artes. Una conversión parecida a lo ocurrido con el ESMA en Bs.As. Fué impresionante recorrer los angostos pasillos y pasadizos que conectaban a lo que fué el lúgubre centro de comando, construída con paredes anchísimas, y donde hoy se generan toda clase de actividades. En lo que en algún momento sería una sala grande de reunión de plana mayor, se instaló el salón de recitales, armado con un piano de cola cuya pintura blanca un poco cachuza podría desmerecer lo que era un instrumento perfectamente afinado y de gran sonoridad. Allí presenciamos un set animado por Mariano Diaz, nuestro pibe marplatense, hijo del amigo armoniquista Jorge Diaz. Este año vendrá a Buenos Aires a lanzar un CD recientemente grabado. El otro músico era también oriundo de nuestras playas, el trompetista Valentin Garvie. La situación de dúo hacía que ambos músicos desplegaran con mucho tiempo disponible sus variados recursos, y fué una tocada que quedará para siempre en mi recuerdo. Al terminar el tanguero Daniel Adoue, responsable de la organización del recital, nos agasajó con un fantástico asado en casa de unos alemanes que parecían más bien salidos del barrio de Pompeya.

8 de3 Mayo - Destino Tango - ¿Quinteto Bicentenario? - Wilson de Olivera (Sx-Tnr) Valentin Garvie (Tpt)- Uli Schiffelhoz (drs) - Ralph Ceto (Dble.Bass)

Otro lugar insólito para un gig de jazz. Escondido tras la fachada de un edificio de oficinas, y disimulado en un tercer piso, se encuentra Destino Tango, un lugar regentead por Luis (?) y su esposa alemana, donde dan clases de tango y organizan todo tipo de eventos culturales además de milongas. Es un lugar muy sofisticado, tipo "pisito que puso Maple" pero además de dimensiones grandes. Allí se encuentra un hermoso ejemplar de piano de cola Steinway, que ellos alquilan en forma permanente. No necesito decir cómo sonaba el instrumento.
Seré breve con respecto a lo musical. Lo que se perdió de intimidad en el dúo, acá se ganó con el aporte de varios instrumentistas de altísimo nivel. Wilson de Olivera es un gigante gentil, que toca con una delicadeza y gracia que contrasta con su cuerpo corpulento, y que también puede imprimir una fuerza en sus improvisaciones que recuerda la locomotora arrolladora de Coltrane.
Valentín como siempre, dúctil con su trompeta y apelando de una forma original a la trompeta pícolo para ofrecer una versión divertidísima del extraño "Trinkle-Tinkle" de Thelonious Monk.
La sección rítmica formada por Schiffelhoz y Ceto tiene un calce casi perfecto, fruto de las múltiples colaboraciones en distintas formaciones que comparten, en particular los del pianista Bob Degen.
De algún lado salió un público numeroso que colmó las instalaciones.

8 de Mayo - Ensemble Modern de Frankfurt - Peter Eötvös: SCHILLER: energische Schönheit-Alter Oper-

El Alte Oper es albergado por un magnifico edificio donde en esta oportunidad se desarrollaba un festival de música contemporánea. Valentin, junto con varios otros participaba en en una obra compuesta por Peter Eötvös, justamente el mismo que ví dirigir la última vez que estuve en Alemania. Pero en este caso se trataba de una obra que debía ser interpretada sin director, y que los músicos, ubicados en distintos lugares de la sala, debían llevar adelante basándose en momentos por un metrónomo, pero en general por el sentido del pulso que debe habitar todo buen músico.
La obra consiste en la vocalización de un texto célebre de Schiller, el Energische Schönheit, una suerte de manifiesto estético, cuyas palabras eran entondas por la Schola Cantorum de Heidelberg. Asistí al ensayo general de la obra, viendo como las preparaciones logísticas de sonido, ubicación de instrumentos, atriles y accesorios de percusión se asemejaba a los prolegómenos de un despegue espacial de Cabo Cañaveral. El piano, para qué decirlo, era un Grand cuya cola reluciente era del tamaño de un submarino alemán.
No estoy calificado para hacer una crítica de la obra, que además se interpretó luego de otras tres piezas de diferentes compositores. Sólo puedo decir que me sentí sobrecogido por la cantidad de talento puesto en acto en la realización de esta compleja estructura musical. Tampoco podía dejar de pensar en nuestra querida Maria Lozzi, fallecida recientemente, cuya tesis inconclusa versaba justamente sobre Schiller, y con quien podríamos haber comentado el texto y la obra.

Esta entrada requiere de correcciones y quizás de ampliaciones, pero lo subo ahora, antes que se me borren los detalles.

domingo, mayo 01, 2011

Al gran pueblo Argentino, ¡PIANOS! *

29 y 30 de Abril - Festival de Jazz en Abril - Jorge Navarro -Piano solo.

Voy a concentrarme en un solo aspecto del festival anual que continúa la tradición de hace tantos años. Lo cierto es que con las mismas características y con aún más austeridad, esta edición fue mejor concurrida que otras, y eso pese al mal tiempo y el fin de mes que hacía que el resto de la ciudad estuviera deshabitada.
Me senté entre bambalinas a escuchar el recital de solo piano que ofreció Jorge Navarro. En verdad nunca me había disupuesto a escuchar con atención su arte. Fue una linda experiencia, escuchar a un maestro del género sostener su soledad con el instrumento, manteniendo siempre en primer lugar la premisa del swing, esa pulsasión corporal, sístole, diástole, oscilación peristáltica, erección y detumecencia. En fin, aquello que mayormente queda demasiado oculto en el gesto desconstrucitvo de los jóvenes practicantes imbuídos de la última novedad de Boston.
Me quiero dedicar a un tema que excede al festival: la cuestión de el piano. Se dice que una medida de la cultura de un pueblo es la cantidad y calidad de sus pianos. De ser así, nuestra calificación es deplorable. Hace poco tuve que dedicarme a encontrar un lugar con un piano decente para el amigo Pepe Angelillo que quiere tocar en nuestro pueblo. Logré ubicar a uno, custodiado en un cajón por Marcelo Marán, pero que en realidad está bajo amenaza. Recuerdo la famosa anécdota de la prohibición de Manuel Rego a que se utilizara ese piano que en un momento habitaba la sala del Notariado. Comedia de errores en la que el ilustre Manolo Se lo negaba nada menos a a Pual Bley, el pianista más exquisito que podría hallarse en el jazz. Le tocó entonces al mismo Ferio Espinosa transgredir aquella prohibición de una manera casi violenta, motivo por el cual le corresponderan muchos días de perdón en el purgatorio. Y también recuerdo la triste campaña del querido Cacho Giliberto, a quien pese a su ignorancia en cuestiones de arte culto logró iniciar una colecta para conseguir un piano para la sala de la Biblioteca Municipal. El piano se compró, pero servía para muy poco y hoy debe estar arrumbado en algún sótano del centro Osvaldo Soriano.
Pero vuelta a la escena del último sábado, cierre del festival en elTeatro Auditorium. La lluvia que castigaba la ciudad penetraba sin inconvenientes el techo y caía libremente sobre el escenario, más precisamente, sobre el gran piano de cola que posee.
Los utileros lo corrieron, le pasaban el trapo y esperaron que la lluvia amainara antes de regresarlo a su lugar. En fin...una escena triste, decadente, patética. Cuando Navarro se sentó a iniciar su set, comprobó que todavía no funcionaba una de las dos teclas sordas que habían obstaculizado su labor de la noche anterior. Sin embargo llevó adelante su recital, sorteando otras dificultades que le presentaba el instrumento. En un momento se dirigió al público para disculparse y puntuar delicadamente el problema refiriéndose a lo que sucedió con Keith Jarret nada menos que en el Teatro Colón de Buenos Aires. "No quieran imaginarse lo que hubiera dicho Jarret de este piano" .....y ciertamente, el enojo que descargó Jorge al cerrarse el telón fue una pavada al lado del escándalo que hubiera hecho Jarret.
Podríamos culpar a los funcionarios y al estado, pero somos todos cómplices de esta dejadez...todos somos complacientes, y aceptamos tecladitos de segunda en lugar de defender la disponibilidad comunitaria en número y calidad del más magno de los instrumentos. Al menos Cacho quiso hacer algo. Deberíamos todos tratar de ser un poco más dignos.
*La frase del título del post fue enunciada muchas veces por el gran Mono Villegas.