martes, marzo 05, 2013

El Trombonista II

Luis María había tomado la iniciativa:
-Hola,....muy bueno lo tuyo. Decime, ¿hay que soplar mucho para tocar eso?
-No te creas...es cuestión de tomarle la mano.
-Ah, pero, no debe ser bueno ser fumador para soplar fuerte, ¿no?
-Qué se yo....yo fumo igual.
-Ah. Yo también tocaba ese instrumento cuando estaba en el colegio, pero después lo dejé, y no me acuerdo nada.
-¡No digas!...pero no creo que te olvides todo...es medio como andar en bicicleta....¿querés probar a ver qué te sale?
-Uh....bueno, a ver....
Vacilante, Luis M toma el trombón, y se lo acomoda en el hombro. Antes de embocar, piensa en saliva, y no sin cierto resquemor, acerca sus labios a la boquilla.  Luego de algún intento fallido, logra sacar sonido.
-¡Viste!...lo que se aprende de chico no se olvida. ¿Te acordás de algunas posiciones?
El experimentador estira la vara, hasta ubicar la 6ta, subir a 4ta, 2da y finalmente 1ra, y logra emitir un Do, luego, el Re, Mi, hasta llegar a un Fa. Satisfecho, le devuelve el trombón a su dueño, luego de limpiar ceremoniosamente la bquilla con una servilleta que encontró en una mesa vecina.
-Gracias,...la verdad es que me parecía que no me iba a salir nada. Pero ese jazz que tocan...¡qué lindo que es! ¡Como me gustaría poder tocar algo así!
-Bueno, la verdad es que lo que hacemos aquí es para la gilada. Moritat, Cuando los santos vienen marchando, ese tipo de cosas, esto es un laburo. En realidad, a nosotros nos gusta tocar otra cosa, más auténtica. Pero eso lo hacemos en ensayos...
-¡Claro! (haciéndose el conocedor)-pero bueno, igual está bueno. ¿Y cómo puedo escuchar eso que tocan Uds cuando hacen lo que les gusta?
-¡Mirá, si querés podés venir a un ensayo...te invito yo. Mucho no nos gusta que se junten muchos en la sala, pero yo te hago entrar.
Sin pensar demasiado, Luis María agradece la invitación,  intercambia teléfonos y concerta una cita en un bar céntrico para la tarde del viernes siguiente.
(Continuará....)