miércoles, noviembre 22, 2017

La carta de Gandi

En un espacio visible de la biblioteca de mi estudio conservo una imagen:                                                         

Se trata de una foto intervenida de Louis Armstrong, que me enviara hace muchos años Norberto "Gandi" Gandini desde su refugio en El Bolsón. Gandi era, además de músico, un artista interesado en cuestiones de fotografía y diseño gráfico. No se lo puede apreciar en mi torpe reproducción fotográfica, pero en el borde inferior izquierdo se lee la firma Gandi 98. Creo que no habré recibido su carta mucho después. Sólo era un sobre, con esta pieza pegada a una hoja de papel que tenía además prolijamente impresa una cita de "El ojo del espíritu" de Ken Wilber. Nunca me sentí cómodo con la cita, de corte holístico-místico. Quizás Gandi se aferraba a las ideas de ese texto mientras buscaba alguna forma de paz en la Patagonia, pero sin poder huir de sus demonios. De todos modos siempre atesoré ese geste amoroso de alguien que apenas conocí. Fué una tarde en Buenos Aires cuando rechacé su oferta de sumarme a una gira de La Porteña JB a Europa. Yo tenía apenas 17 años...y muchas veces me pregunto si hice lo correcto. Las dos posibilidades serían las de convertir mi vida en músico para siempre, o la de regresar alucinado por las drogas como él, el Chileno Espinosa, y en menor medida, Sergio Tamburri. Creo que él supo entender mi vacilación, y aparentemente tuvo noticias mías, quizás a causa de los festivales de jazz tradicional a las que asistí en los '90. De manera que siempre quedé como en deuda por su gentileza, y por el hecho de haber fogoneado el movimiento del jazz tradicional argentino a través de la creación de la Porteña Jazz Band, y en continuidad con el legado de Kacho Rodriguez Jurado.
Ahora tengo la oportunidad de rendirle un íntimo homenaje, al sostener por un tiempo al menos a  Boca Guasa, un cuarteto que interpreta música al modo de las bandas negras entre 1925-1929 (King Oliver Dixie Syncopators, Clarence Williams, Fletcher Henderson, Bandas territoriales  etc...

lunes, noviembre 06, 2017

César Pietranera R.I.P

Este blog se está convirtiendo en un enganchado de obituarios. Es que ha habido una cascada de pérdidas...contemporáneos míos...¿por quién doblarán las campanas?

Estando en Buenos Aires el viernes pasado leí un post de facebook del periodísta Roberto Zavalla, donde informaba del fallecimiento de César Pietranera. La noticia me impactó muy fuertemente. César era uno de esos tipos de quien se podría suponer inmortalidad... alto, pintón, amable, y siempre activo musicalmente. Tocaba (y coleccionaba) toda la familia de maderas, e integró muchísimas bandas del ambiente tradicional porteño. Siempre recordamos su participación en uno de nuestros festivales de Abril , tocando el clarón en una versión inolvidable de Someday Sweetheart con la Juramento Jazz Band, (un conjunto que aunque poco conocido superó la marca de la mayoría de las bandas revival de Buenos Aires). 
Junto a su compañera de la vida Lidia Riviere viajaron para apoyarnos aquél festival de Abril que debí armar en soledad en los años de la crisis... no sé si del 2001 o 2002....y los alojé en un horrible departamente que conseguí por monedas. La pareja César/Lidia fueron baluartes del movimiento remanente del jazz antiguo, proveyendo su casa en Belgrano para largos y obstinados ensayos los días sábados. Por esas reuniones, llamadas "Mermeladas Sabatinas" , desfilaron casi todos los músicos del palo (hasta yo fui invitado algunas veces).  Eran verdaderos talleres, en las que se ensayaba y se grababa en el día los arreglos preparados por Alfonso Ferramosca (otro personaje insólitamente talentoso). De todas esas reuniones queda el testimonio valiosísimo de registros que alguna vez saldrán a la luz. En un momento el repertorio viró a temas recónditos de los jazzeros blancos de la décadas del 20/30. En ellos César adoptaba el sx.en C (melódica), un instrumento en desuso hoy en día. 
Psiquiatra de profesión, ayudó a incontables músicos en momentos de fragilidad...y hasta llegó a dar refugio en su casa a algunos de ellos en momentos de crisis. Sé con seguridad de al menos tres de ellos, de quién sólo mencionaré a Alfredo Espinosa, el famoso chileno hoy fallecido, quien fuera esa estrella de aquella primera Porteña Jazz Band creada por Norberto Gandini, y que hiciera esas fatídicas giras por Europa. César lo admiraba como un ícono, pero hablaba de él con afecto filial.
Gestos solidarios de una persona que desbordaba ternura, más que gentileza. 
Chau César, has sido muy querido, y serás recordado siempre con cariño.